el otro día corrieron la dietética una cuadra. Antes estaba a una cuadra y ahora está una cuadra para adelante. ahora está enfrente del 168, inmortal, serena, efrentándome, conovocándome desde los lugares más sanos de mi espíritu. Cada vez que el semáforo se pone colorado, me llama: lucianaaaa, luciaaanaaaaaaa, nueces mariposa, café de higo, miel de la provincia, caramelos de propoleo, lucianaaaaaa. Y yo la miro, me mira, nos miramos, cruzo. Debate moral. El 168 ó arroz yamaní. Llegar temprano ó galletitas de lino. No puedo, cruzo. Estoy anémica. Me va a venir bien. Entro. Me atienden. Salgo. Se van 3 168 juntos. O 3.168 168 lo cual sería lo mismo. Gravísimo. Llego tarde. Me sube la presión. Necesito sal sana. Cruzo. Me abren, entro y compro. Salgo. No tengo monedas. Se va otro bondi. Me estreso. Necesito té en hebras. Cruzo. Entro. Compro. Salgo. Me olvidé algo, cierto. A mi me encantan las galletas de algarroba, me desvivo, me deshago por es masa chiclosa, amalgamada con picadura de nuez y pasas de uva. Pero no, no y no. Cerramos para el almuerzo. No! Nooo! Nooooo! Me angustio. Me vacío. Quiero mi dietética. No voy a trabajar. No voy a nada. Me siento, espero, abren y entro.
lucyinthesky***
sude con el relato
ResponderEliminary medio hambre, obvio.