martes, 5 de abril de 2011

lo insondable

Entre algodones me acosté
sobre piedras angulosas desperté
inventar un mundo sin pretextos
fue muy fácil al comienzo
y ahora que lo pienso
es intenso.

La luz lo cambia todo
de otro modo
no se puede
ni se accede
pero es así como sucede.

Es como chocolate para la piel
y como seda para la boca
te provoca
y te toca
debajo de la carne
navega por la sangre
en cada eritrocito
en cada leucocito
en lo más recóndito
del ser.

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