Este frío viene de adentro.
Me hiela los pies, las manos, la nariz.
Pero viene de adentro.
Me congela las piernas, los brazos, la panza.
Pero viene de adentro.
Me invade las rodillas, los codos, las orejas.
Pero viene de adentro.
Me lastima los labios, las uñas, la piel.
Pero viene de adentro.
Me recorre los surcos, las cicatrices, las heridas.
Pero viene de adentro.
Y ahora pienso que el año pasado no hacía tanto frío.
Y ahora siento tanto frío.
Y me quiero tapar, abrigar, emponchar.
Pero viene de adentro.
No lo puedo evitar.
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