viernes, 11 de febrero de 2011

pisá conmigo

Pies, dos pies. Pies que se miran, se enfrentan y tocan. Sienten el calor del piso, que es el calor del sol, que arde, que quema. Libres se mueven, felicidad de novela. No avanzan pero se zarandean, y cómo bailotean. Al ritmo del corazón, con ton y son, sin son ni ton. Son los pies de la mañana, descansados y amados. Dos pies, sólo dos. Rozan el aire fresco y gozan, y quieren ser ellos los frescos. Esquivan pozos ciegos y buscan pozos que vean, que miren y crean, que no oscurezcan pero que crezcan. Estos pies gritan y se desquitan. Van y vienen pero no vienen y van, si vienen se quedan porque están en un lindo lugar.

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