- Estoy viviendo en un sueño-. Le dijo
Apoyó los dos pies en el piso y nada, todo seguía igual.
- La mente vuela con la facilidad de un pájaro con
experiencia, pero es difícil encontrar un cuerpo que pueda seguirla -. Contestó
como por reflejo. - Inversión, hay que invertir -. Se decidió.
- ¿Dinero?
- Roles.
Se levantaron y sin mirarse a los ojos se cambiaron de lugar
en la cama.
- Es incómodo tu lugar. Frío, como si el viento que entra
por la ventana llegara sólo a este punto de la habitación, no lo entiendo.
- Hay que esperar.
- ¿Va a parar?
- No, te vas a acostumbrar.
- No quiero acostumbrarme a algo así. Prefiero mi lugar de ensoñación.
- Parece que ahora es mi turno, y no hay espacio para los
dos.
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