No sé si la gente puede ser feliz. Digo, feliz de feliz pero con felicidad plena y radiante. Porque yo hoy caminaba, ¿no? Caminaba y veía que era una tarde tan linda, de esas de invierno con un viento fresco pero con el sol tan radiante que es más calor que frío el que sentís. Caminaba así, con la meteorología a mi favor y a favor de todos los que como yo habían salido a caminar una tarde de domingo invernal pero cuasi primaveral, caminaba y me preguntaba si la gente era feliz. Yo veía sonrisas en sus rostros, pero no veía nada más que eso, y todos sabemos que nada es más fácil que impostar una sonrisa a los fines sociales. Digo a los fines sociales porque me refería a aquellas veces en que uno no está bien y que sale a la calle, y se codea con gente, y la gente ve en la cara de uno que uno está mal, ve los ojos de uno hinchados, ve en uno las inconfundibles marcas de la tristeza, ve todo eso y sin embargo pregunta: ¿cómo andás?. Y uno, ni lerdo ni perezoso, piensa: ¿Cómo creés que estoy con la jeta que tengo? Estoy para el orto, quiero llorar todo el tiempo, quiero meterme en mi cama y no salir hasta que empiece el verano (y hoy es 22 de marzo, ta?). Pero claro, uno lo piensa, no lo dice. Porque si lo dijese se tendría que enfrentar a un extenso interrogatorio seguido de unos claros consejos de cómo debiera uno actuar, cuando todos sabemos que esos consejos son impracticables porque la tristeza sólo se pasa con días enteros de llanto. Bueno, entonces, para evitar todo este circo social, hacemos uso de un artilugio, también social, y también circense, que es el de impostar una sonrisa para hacerles creer a todos que uno está de diez -y uno está de menos cuatrocientos cincuenta y ocho. Entonces, teniendo ese parámetro, cuando hoy caminaba y veía hombres y mujeres de la mano, niños corriendo con globos de colores, adolescentes reunidos en la plaza, vendedores de feria tratando de ganarse la vida, digo, yo caminaba y veía toda esta gente aparentemente feliz, y yo pensaba: no sé si la gente puede ser feliz.
"Las imágenes se deforman, empalidecen. Las palabras, uno se las lleva consigo." (Simone De Beauvoir)
domingo, 12 de agosto de 2012
viernes, 10 de agosto de 2012
?
Creo poder entender ciertas cosas que antes no podía. O por lo menos ahora les encuentro alguna explicación que encuadra con mi modo de ver el mundo, el modo que actualmente tengo de pensar y de sentir el aire, el cielo, los olores, los colores, los pájaros y las personas. Pero aún hay cosas que no entiendo, entonces intento buscarlas en el diccionario, intento hacerme de alguna definición que aclare y calme mi duda, pero no hay nada escrito en el diccionario de eso, es inútil la búsqueda. Y entonces frecuentemente tengo arranques de ira infinita, y grito y lloro pidiendo auxilio para que alguien me dé alguna pista que logre esclarecer mi entendimiento. Y me doy cuenta de que nadie sabe qué decir, ni qué hacer, porque todos son parte de este laberinto enredante y sin fin, que logra marearte y desquiciarte y hacerte creer que formás parte de él, que seguís sus caminos y destinos, que vivís en él, por él y para él, y que vas a hacerlo siempre. En ese laberinto estamos todos -o por lo menos así nos lo hace creer-, y a veces algunos se hallan conformes y pueden dar palabras de aliento a quienes se encuentran perdidos entre tanto sendero virtual, pero al fin y al cabo aquéllos se encuentran tan perdidamente encerrados en esa maraña de vericuetos incoherentes, tan encerrados y asfixiados como todos, como vos, como yo. Y así sigo sin entender ciertas cosas, y me conformo cuando entiendo ciertas otras, pero no me canso de gritar y patalear por todo aquello que no me explican, que no me gusta y que no entiendo, todo aquello que no me dijeron cuando llegué acá. Por eso escribo y con mis palabras exijo -hoy, mañana y siempre- una respuesta a mis eternas preguntas, aunque sé que esas respuestas indefectiblemente dispararán más preguntas sin respuesta. Acepto el desafío.
miércoles, 8 de agosto de 2012
sin límites
nunca permitas que te pongan un techo
el límite lo ponés vos
no te dejes engañar
siempre hay más
más y más.
http://www.youtube.com/watch?v=U16Xg_rQZkA&feature=related
el límite lo ponés vos
no te dejes engañar
siempre hay más
más y más.
http://www.youtube.com/watch?v=U16Xg_rQZkA&feature=related
sábado, 4 de agosto de 2012
ch ch changes
Cambio constante para sentir que estoy viva. Creación, recreación, mutación, variación, sensación, emoción: acción. Actuar para vivir. Vivir para actuar. Actuar y ser siempre diferente, una vez más, cada vez más, más distinta, más ajena a mí. Movimiento eterno sin detención. Ir, venir, afuera, adentro, arriba, abajo, nunca quietud. Torbellino de ideas, pensamientos, conocimientos, torbellino inquieto que genera cosas nuevas. Más allá de la moral, sin quedarme atrapada por cánones establecidos. No interesa qué, interesa cómo, por qué y para qué: Traslación y rotación porque hay que reinventarse para encontrar un sentido. Traslación y rotación, como la Tierra que me contiene y a quien contengo y reproduzco por el mero hecho de habitarla. Terrestre soy, y así me muevo, para vivir. Cuánto me emociona saber que mucho más queda por venir.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)